martes, 12 de febrero de 2013

ACTITUDES ANTE LA NOVEDOSA RENUNCIA PAPAL.

Joseph Ratzinger, como teologo normalizador, con su renuncia como Papa Benedicto XVI, tuvo a bien establecer una nueva institución canónica: la renuncia a ejercer "el ministerio petrino" (que no existía hasta este momento en el Derecho Canónico).
Frente a este magno acontecimiento en la vida del mundo católico (con posiblemente fuertes repercusiones en el resto del mundo) se han detectado CINCO ACTITUDES:

1. LA APOCALÍPTICA, consistente en augurar que despues de semejante renuncia solamente puede venir el Apocalipsis.

2. LA PROVIDENCIALÍSTICA, marcada por la virtud teologal de la esperanza en que el Señor verá y proveerá, por lo que no hay que tener miedo alguno.

3. LA DIETROLÓGICA (del vocablo italiano "dietro" = "atrás"), para la cual hay una motivación escondida en la renuncia, y que ésta no puede sino deberse a las intrigas palaciegas de un complot vaticano que asumiría las características de un golpe de palacio (que bien pudieran tener alguna relación con escandalos pederásticos).

4. LA OPORTUNISTA DEMOCRÁTICO-REFORMISTA, para lo cual lo importante es aprovechar la dimisión papal para facilitar la democratización de la Iglesia Católica.

5. LA HUMANITARIA, para la que no hay que ir más allá de nada y que lo que corresponde es guardar silencio para respetar la dolorosa elección que -como cualquier ser humano- tuvo que tomar un papa enfermo y abatido. 


LA ANTERIOR CLASIFICACIÓN ES UNA VARIANTE DE LA FORMULADA (las cinco tesis) POR CARLO GAMBESCIA EN SU BLOG:
Fuente:
http://carlogambesciametapolitics.blogspot.it/2013/02/la-rinuncia-di-benedetto-xvi.html

COMENTARIOS RECIBIDOS:

- JAAO: un pequeño alcance: “tuvo a bien usar” es más preciso, porque la institución canónica existe desde siempre, con sutiles variaciones. De hecho, desde hace muchos siglos el derecho canónico, de manera extrañamente puntillosa, establece hasta qué tenida eclesial deberá usar el dimitido y dónde deberá vivir. Puedo recordar que se fijó la vida monacal, donde puede vestir las ropas cardenalicias o sayales, pero su solideo seguirá siendo blanco. En la eucaristía él incluirá el palio pontificio, si no me equivoco (cinta blanca que rodea el cuello, con una cuelga adelante y otra a la espalda, blanco rodeado de cruces y con las puntas de las cuelgas en color negro). Conserva el nombre de pontífice.

Ratzinger, desde las primeras reuniones del senado pontificio, después de los funerales de JPII, insistió a sus pares en la necesidad de sumar el papado a la reciente institución (Conc. Vat. II) de la renuncia por edad, y de ahí comenzó a dar innumerables señales de que no estaba dispuesto a atesorar avariciosamente el puesto. Todo apuntaba a que iba a tomar esta decisión, y como buen alemán, no esperó a estar gagá. Además fue bastante intenso en declarar que no quería ser elegido. Él gobernó lo suficiente para enfrentar los temas Opus Dei, Legionarios, pedofilia, Concilio Vaticano II y disciplina clerical. Una vez cumplidas las prioridades con las que tenía sangre en el ojo desde quien sabe cuándo, cerró su pontificado con un acto de inmenso valor histórico, una lección para todos quienes vengan. Este gallo va a pasar a la historia más que JPII.

Una última cosa: el episcopado chileno ya debe renovarse por edad y por otros problemas, en más del 40%. Otros países están en las mismas. Él tenía atrasada esta pega, muy atrasada. A él, estricto como es, debe haberle pesado no poder cumplir todas las pegas atrasadas.

Quisiera aclarártelo mejor, con precisión… Qué más quisiera que recordar todo lo que estudié o, en su defecto, tener una buena biblioteca. Habría que hacer una historia detallada de la evolución de la norma particular del CIC (Codex Iuris Canonici), y de la reglamentación menor de esa norma, dispuesta en “manuales” papales. Me falta material para enfrentar esa tarea. Sólo un historiador del Canon podría. Recordemos que el CIC es heredero directo del derecho romano; funciona sólo desde el minimalismo y la simpleza yendo de lo general a lo particular. Así, queda normado lo general y deja lo particular, o su aplicación, a disposiciones reglamentarias subalternas que se ajustan al tiempo presente. No es lo mismo una renuncia papal en tiempos de F. Barbarroja (sacro imperio romano germánico), donde había territorios pontificios, ejércitos pontificios y potestad sobre los reyes, que esta actual realidad de Estado Pontificio mínimo y Papa reducido a poco más que su autoridad espiritual.

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